miércoles, 3 de agosto de 2011

Poemas a Tacna

                   A GRITO HERIDO

A Enrique Hurtado Arias

 ¡Ser rebelde es ser libre! Yo me alabo
de profesar por norma esta doctrina.
Para mi el hombre que la frente inclina
es digno de baldón y menoscabo.


Al siervo que es indócil y que es bravo
si no se humilla al fin, se le extermina…
¡Nada importa! ¡Que venga el que asesina!
¡Preferible es morir que ser esclavo!


Quien no puede surgir, tenga entereza,
y sea, mientras busca su mendrugo,
fuerte en su pena, grande en su pobreza…


¡No hay que ceder ni en manos del verdugo!
¡Sólo los bueyes bajan la cabeza
para que el labrador les ponga el yugo! 

(Federico Barreto Bustíos)


                     PRINCE


El circo por el pueblo está invadido,
y allí, causando admiración y pena,
rince, el león de espléndida melena,
se revuelca en su jaula enfurecido.


Mira a la turba con el cuello erguido,
al sentirse amarrado a una cadena,
hunde la garra en la candente arena.
y grita «¡Libertad! Con un rugido


Como esa fiera indómita y altiva,
conozco yo otra de inmortal renombre
que también ruge porque está cautiva.


No es Prince, no, su soberano nombre;
no está en el Senegal su patria magna:
su patria es el Perú… Su nombre es Tacna!


 (Federico Barreto Bustíos)



             A MI PATRIA AUSENTE


   Presente estás en la memoria mía.
   ¡Oh patria de mi amor!
   Albergue de pasados goces,
   infinito raudal de inspiración.

   Nunca pude olvidarte. En las borrascas
   cruentas del dolor,
   surgió a mi vista tu sereno cielo,
   tus playas matizadas y tu sol.

    Con mágico pincel el pensamiento
   el cuadro delineó,
   do vi agolpadas en tropel confuso
   imágenes que guarda el corazón.


   Memorias que en la rauda catarata
   del tiempo que pasó,
   sobrenadan, aún, cual en el piélago
   llevada por el viento va la flor.


   Memorias ora dulces, ora graves,
   de luz, de inspiración,
   do flotan los aplausos, las coronas
   de perseguida gloria al resplandor.


   ¿Olvidarte pudiera, patria mía?
   Si en mí vive tu amor,
   como en el cielo la radiante estrella,
   como en rosada nube el arrebol.


   Si fue mío también el fiero ultraje
           que te hizo el invasor, 
   cuando dormías descuidada y pura
   sin tener asechanzas ni traición.


   Cuando roto ya el cauce y desbordados
  los mares del dolor,
   muda estuvo la tierra, mudo el cielo,
   los elementos sordos a tu voz.


   ¡Oh, pasadas memorias! ¿Quién pudiera
   cual rauda exhalación,
   apartarlas del alma donde viven,
   la página arrancar que las guardó?


   Y volver la mirada ya tranquila
   hacia el naciente albor,
   do otra vez luce la peruana enseña
   que signo fue de libertad y unión.


   Quiero mirarte coronada y grave
   como en tiempo mejor,
   cuando a la sombra de triunfante lauro
   tu opresora cadena se rompió.


   Quiero que cante la ventura tuya
   la arrulladora voz
   de los Palma, Cisneros, Juan de Arona
   y otros mil que la fama coronó.


   Quiero en la cumbre de la gloria verte,
   patria del corazón;
   y, entonces, ya feliz dormir el sueño
   del que nunca el mortal se despertó.

  (Carolina Freyre Arias)


    

TACNA ES UNA EMOCIÓN


Por su pasado, todo lleno
de rebeldía y de pasión,
martirio y sangre, muerte y odio,
Tacna es una emoción.


    Por sus mujeres, que supieron,
encadenadas al terror,
tender sus brazos siempre al norte,
Tacna es una emoción.


    Por esas otras, que hoy sonríen,
llenas de gracia y vibración,
mezcla de pájaro y sirena,
Tacna es una emoción.


    Por la belleza de sus flores,
pomposas gamas del color,
cálices ebrios de perfume,
Tacna es una emoción.


    Por ese sol, que es alegría
y en todo pone un resplandor,
desde la aurora hasta el ocaso,
Tacna es una emoción.


    Por la orfandad de sus casonas,
silencio, olvido, destrucción,
ayer boato, amor y vida,
Tacna es una emoción.


    Por ese templo, cuya gloria
dejó frustrada una invasión
y hoy es emblema de impotencia,
Tacna es una emoción.


Por esa pampa desolada,
que, más que alianza, es desunión
y simboliza un desacierto,
Tacna es una emoción.


    Por el Tacora -¡ya no es nuestro!-
que ayer fue puño retador
y hoy un espía que avizora,
Tacna es una emoción.


    Por ese mártir de la idea
y ese otro mártir del honor,
que en sus plazuelas perpetúa,
Tacna es una emoción.


    Por sus desfiles escolares
tras del sagrado bicolor,
proscrito un día de esta tierra,
Tacna es una emoción.


    Por ese himno, que al oírse
decir parece, con dolor:
"Ya está otra vez la patria aquí",
Tacna es una emoción.


Por lo que dice al pensamiento,
por lo que exalta el corazón,
por lo que ha sido y será siempre,
como el enigma filisteo,
Tacna fue siempre fuerza
en la boca de un león.   

    
              (Enrique López Albújar)

Fuente: Libro digital: Enciclopedia de Tacna
        de:   Reymundo Hualpa Condori

3 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias david poma huanca me sirvió la información

Anónimo dijo...

QUIEN DE AQUI JUEGA ALPHA WARS.

JULIANA dijo...

yo juego alpha wars.